Realidades y Mitos sobre la Cesárea

Una cesárea se realiza cuando no es posible o seguro dar a luz al bebé por parto vaginal. La cirugía, generalmente se hace mientras la mujer está despierta. El cuerpo está anestesiado desde el tórax hasta los pies, usando anestesia epidural. El procedimiento se basa en realizar una incisión a través del abdomen justo por encima del área púbica, se abre el útero (matriz) y el saco amniótico y se saca al bebé a través de la abertura.

 

¿Por qué se realiza el procedimiento?

Hay varias razones por las cuales una mujer puede necesitar una cesárea en lugar de un parto vaginal. La decisión dependerá de los partos anteriores y su historia médica. Los problemas con el bebé pueden ser:

  • Frecuencia cardíaca anormal
  • Posición anormal dentro del útero, como por ejemplo cruzado (transverso)
  • Problemas del desarrollo del feto como hidrocefalia o espina bífida
  • Embarazo múltiples.

 

Los problemas de salud en la madre pueden ser:

  • Infección activa de herpes genital.
  • Miomas uterinos grandes cerca del cuello uterino.
  • Infección por VIH en la madre.
  • Cirugía uterina previa.
  • Enfermedad grave.

 

Los problemas con la placenta o el cordón umbilical pueden ser:

  • La placenta cubre toda o parte de la abertura hacia la vía del parto (placenta previa).
  • La placenta se separa de la pared uterina (desprendimiento prematuro de la placenta).
  • El cordón umbilical sale a través de la abertura de la vía del parto antes que el bebé (prolapso del cordón umbilical).

 

Riesgos

Una cesárea es un procedimiento seguro y la tasa de complicaciones serias es muy baja. Sin embargo, ciertos riesgos son más altos después de una cesárea que después de un parto vaginal y abarcan:

  • Infección de la vejiga o el útero.
  • Lesión a las vías urinarias.
  • Hemorragia promedio más alta. La mayoría de las veces, no se necesita una transfusión, pero el riesgo es mayor.

 

Una cesárea también puede causar problemas en futuros embarazos y comprende un riesgo mayor de:

  • Placenta previa.
  • Placenta que crece dentro del músculo del útero y tiene problema para separarse después de que el bebé nace (placenta adherida).
  • Ruptura uterina.

 

Estas afecciones pueden llevar a que se presente sangrado profuso (hemorragia), lo cual puede requerir transfusiones de sangre o la extirpación del útero (histerectomía). Después del procedimiento la mayoría de las madres y los bebés evolucionan bien después de una cesárea.

 

“Una vez cesárea, siempre cesárea”, ¿CIERTO O FALSO?

Totalmente FALSO. Las cesáreas se hacen en el segmento inferior del útero, lo que permite un parto por vía vaginal luego de cesárea (VBAC). El riesgo de rotura es del 1%, aunque sigue habiendo riesgo. Es de suma importancia saber que hay métodos de inducción del parto que están contraindicados si hay una cesárea anterior, y hay situaciones en las que no conviene hacer inducción, porque todo eso aumento el riesgo de rotura del útero; por eso se recomiendan y se practican VBAC naturales en su totalidad.

 

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