El Parto Respetado

Mayo es el mes donde se celebra la Semana Mundial del Parto Respetado. ¿Por qué una semana para hablar del parto respetado? Pues bien, el parto es un proceso natural el cual envuelve un gran aspecto emocional. Las mujeres embarazadas, no deben ser tratadas como enfermas sino más bien deben ser apoyadas para que sean capaces de tomar las riendas de su proceso y lleguen a ser ellas las protagonistas del mismo.

Con la transición del parto en casa hacia el parto hospitalario, muchos aspectos del proceso fisiológico del parto se han ido perdiendo y como consecuencia se ha visto afectado el respeto que debe tenerse hacia el proceso y más aún, a los protagonistas del mismo.

Como doulas, escuchamos muchas veces preguntas tales como: “¿Pero me dejarán caminar o escoger cómo pujar?” o quizás nos digan “no sé si mi doctor me deje hacer eso”. Muchas piensan que están en posición de ser sometidas a un sistema por el mero hecho de que están embarazadas. Nuestra respuesta siempre es y será la misma: TÚ eres la dueña de tu proceso, por lo tanto eres TÚ quién dicta las pautas.

El embarazo es una etapa donde afloran muchas dudas. También es una etapa donde la mujer puede sentir cierta incertidumbre y caemos en cierto estado de vulnerabilidad. Debido a esto, a veces tendemos a ceder nuestros derechos aceptando “lo que sea con tal de que bebé esté bien”.

¿Pero es esto siempre necesario? La respuesta es simple. NO. Muchas de las situaciones que se dan en una sala de partos no son ni por tu bien ni por el de tu bebé. Muchas veces son meros protocolos hospitalarios o peor aún, mero desconocimiento del proceso normal de parto. Por ejemplo hemos sido testigos cuando el personal hospitalario le
prohíbe a una mujer algo tan sencillo como ir al baño para evitar que se les salga el bebé. Olvidando así dos cosas importantes:
1) Si vamos al hospital a parir, estaremos de acuerdo en que la meta es “que se salga el bebé” ¿cierto?
2) Si los bebés se cayeran así porque sí, sin que la mujer lo sienta, el parto no sería tan difícil como lo pintan.

Estas y otras situaciones son las que hacen necesaria una semana para hablar de lo que es un parto respetado.
Llaman la atención las palabras del ginecólogo francés Michel Odent, cuando dijo que el parto hay que “mamiferizarlo”.  La mentalidad hacia al parto mamífero es de respeto y se evita a toda costa el intervencionismo. Sólo basta con mirar cómo actúa el personal de un zoológico cuando cualquier animal está dando a luz. Todo esto parece pasar a un segundo plano cuando hablamos del mamífero mas avanzado sobre la faz de la tierra; el ser humano.

Si algún legado como doula pudiera dejar grabado en la mente de toda mujer que desea traer vida a este lado del mundo, es que se hagan conscientes de que estar embarazada no es una carta blanca para ceder tus derechos. Que tu fuerza protectora como mujer y mamá deben brindarte las herramientas necesarias para hacer lo posible para que
tanto tú como tu bebé tengan un proceso digno y respetado. ¿Y cómo se logra esto?

El primer paso es apoderarte de tu proceso. No dejes la educación prenatal en un segundo plano. Crea tu plan de parto y ¡defiéndelo! Sé muy celosa en cuanto a escoger a un proveedor de salud que sepa muy bien que su rol es acompañarte en la toma de decisiones sin imponer su criterio y cuya mentalidad vaya de acuerdo con lo que deseas. Escoge y estudia con cuidado la institución dónde tu bebé será recibido y nunca olvides que tus derechos siguen vigentes y que el embarazo o el proceso de parto no te hacen incapaz de protegerlos.

¿Y a qué nos referimos cuando hablamos de derechos? Pues a derechos tales como estar acompañada durante TODO tu proceso, a amamantar sin restricciones y que se respete tu decisión, evitando de esta manera sustitutos para tu leche, derecho a no ser separada de tu bebé, derecho a participar activamente en la toma de decisiones, derecho a que se respeten tus tiempos y los de tu bebé, a escoger cómo quieres parir, derecho al consentimiento y rechazo informados, derecho a cambiar de proveedor, a crear y utilizar un plan de parto (directrices anticipadas), a ser tratada con dignidad, derecho a que no te infantilicen y muchos otros que existen para protegerte y que no estás obligada a ceder aunque te quieran convencer de lo contrario.

El parto es un evento hermoso que marca profundamente la vida de una mujer. Por esto y más te invitamos a que conozcas la grandeza del mismo y lo maravilloso que puede llegar a ser si se trata de manera digna y respetada. ¡Celebremos el parto y todo lo que este envuelve todas las semanas del año!

Por: Jezel Alméstica (Jay), BD, PPD, PC

1 Comment
  • Keyshla Gonzalez Vega
    Posted at 19:50h, 21 May Reply

    Me encanta este escrito. Espero poder pasar por primera vez esta experiencia increible ya que hace 10 años para mi primer hijo no me dieron opciones.

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