Cuánto va a durar mi parto: Segunda Parte

Hace unos meses atrás pregunté en la página si las madres preferían un parto prolongado o una cesárea rápida. La pregunta tenía una intención clara: educar a las madres acerca del proceso de parto. Yo soy médico de profesión y de vocación. Por tal razón, práctico la obstetricia y ginecología basada en las guías de tratamiento con evidencia médica y cuidando el estandarte más alto de calidad y seguridad a la paciente. Sin embargo, este escrito nuevamente no se trata de guías o protocolos. Se trata del beneficio que obtiene una madre al someterse a un proceso de parto. 

La medicina es una evolución. Todos los seres humanos evolucionamos, crecemos, maduramos y perfeccionamos nuestros talentos. Mi talento es ser obstetra. Es una vocación, un llamado y una responsabilidad que va más allá de cualquier otra cosa. Es por esto que me he dedicado a perfeccionar el arte de guiar a una madre a un proceso de parto y alumbramiento exitoso. Al principio de mi carrera profesional en el año 2011 y 2012 tenía un índice de cesárea de 30%. La realidad es que me sentía orgulloso sabiendo que estaba por debajo del índice nacional de 49%. Si una madre llegaba y estaba en 3 ó 4 cm la admitía a sala de parto para un proceso de inducción ya que estaba dilatando. Era común en mi práctica dar medicamentos y acelerar el proceso de parto porque queremos que el proceso sea rápido y con las menos complicaciones posibles. Era común decirle a la mamá que era hora de romperle fuente porque estaba retrasada en la dilatación y estaba “arrestándose” en el proceso de parto. Esto es una práctica aceptada y no está mal, simplemente, es una intervención en el proceso. Pero las intervenciones pueden tener el efecto no deseado y la madre terminar con una cesárea y no un parto vaginal.

 

No estando conforme con ese índice de tasa de cesárea decido empezar a leer y a observar el proceso de parto de una manera diferente. Escuchando una charla alguien comentó que Puerto Rico es el único país del mundo donde la pelvis de las mujer se va encojiendo con el paso del tiempo. Esto en crítica a que muchas mujeres son sometidas a una cesárea por que no dan las medidas. Como buen científico me hago la pregunta obligada. ¿Cuál es la razón por la que una madre no dilata o su bebé no baja? Aquí comienza lo que ustedes conocen como: Parto Humanizado. Pude observar dos datos estrictamente relacionados al desenlace de un parto: dolor y ansiedad. Mi teoría era que si lograba controlar esos dos aspectos principales podía lograr que la experiencia fuera hermosa y al mismo tiempo bajar el índice de cesáreas. Aquí comienza el uso alternativo de manejo del dolor sin medicamentos y permitir el proceso de parto espontáneo sin “intervenciones”. El primer paso fue bajar la intensidad de la luz, poner música, usar aromaterapia y estar con la madre la mayor parte del tiempo para bajar la ansiedad. El proceso fue arduo y para nada fácil. Implementar cambios no es sencillo. Lograr cambiar la visión del proceso del parto en una sociedad conservadora como la nuestra no es tarea de un día para otro. Este proceso me costó lágrimas, frustraciones y sobre todo tiempo. Recuerdo como llegaba a la oficina lleno de frustraciones y lágrimas pidiendo a la secretaria que cancelara la oficina por las cosas que ocurrían y no podía entender. Pero como alguien me dijo: “ las personas que han hecho cambios en esta vida no abandonan sus batallas”. Esas palabras fueron mi aliento y mi fuerza para poder lograr los cambios que hemos alcanzado en estos años.

 

En aquellos momentos comienza la difusión que un médico prácticamente desconocido en un pueblo llamado Juana Diaz está realizando partos de una manera humanizada y respetada. Como buen médico analizo mis datos y mis porcientos. Se logró el objetivo y de 30% logré bajar el índice a 21%. Esto no es tarea sencilla. Una cesárea primaria aumenta el porciento de cesárea de 3 a 4 puntos decimales. Por cada cesárea primaria tenía que hacer 3 partos vaginales para recuperar la estadística. Como dato de relevancia. No ha habido muertes o morbilidades fetales ni madres descompensadas o complicadas debido al proceso de parto. Ningún bebé o madre se complicó por dejarlas levantarse de la cama, usar posiciones diferentes de parir, quitarles las famosas correas y usar monitoreo intermitente. 

 

Cuando ya empieza a coger auge mi nombre en las redes sociales empieza una travesía y un viaje a otro mundo totalmente desconocido para mí: las doulas. Todos conocen abiertamente que apoyo el uso de doulas y que en mi práctica utilizo a Doulas del Sur como las principales doulas. Al principio no fue color de rosa. Datos que ustedes no saben es que le negué una Doula a Elimarys (se cambió de médico por esto) y que rechazé ser médico de Mónica cuando fue a mi oficina. Elimarys, Mónica, Lisamarie y Jay son las doulas que ahora utilizo para mis partos. De ellas aprendí a observar las respiraciones de la madre, de saber donde está el bebé sin tener que hacer un examen pélvico, de usar posiciones para aumentar el parto, de poder lograr un parto vaginal más ameno y cómodo. Nuevamente el proceso no fue nada fácil y a estas personas les costó mucho poder llegar allí. Les costó lágrimas de sangre como decimos en el argot puertorriqueño. Durante esta etapa conocí que para un parto humanizado la doula es una herrramienta esencial. 

Los procesos de parto tengo que admitir que sí eran más lentos, pero la tasa de cesárea era menor. Durante una reunión le mencioné a las doulas que por alguna razón no podía bajar la tasa de cesárea de un 20%. Aquí viene la parte evolutiva del proceso. Las palabras de la doula fueron: salte del cuarto. 

 

Cabe recalcar que el volumen de mi práctica tiene un porciento considerable de pacientes extremadamente complicadas y de alto riesgo. Este porciento para cualquier práctica de obstetricia es muy bueno. Muchas de ustedes recordarán los partos con música inspiradora y mi persona en la cama hablándoles y dándoles apoyo. Para mí fue chocante tener que tomar esa decisión de simplemente salir de allí. Sin embargo, tenía que saber si era un beneficio para la madre poder llevarlas y guiarlas sin tener que estar presente. El parto debe de ser un proceso fisiológico, espontáneo y con las menores intervenciones posibles. El resultado: una tasa de cesáreas de un 18.9% y continúa bajando. Esto tomando en consideración partos con cesáreas previas, con 2 cesáreas previas en adición a todas las madres con condiciones médicas serias que pudieron ser inducidas y parir vaginal. Como buen científico tengo que admitir y concluir que sencillamente evitar las intervenciones baja significativamente la tasa de cesárea. 

Para contestar la pregunta varias párrafos atrás, las madres no dilatan o bajan su bebé porque no se les da el debido proceso o tiempo razonable para poder hacerlo. Claro está, hay ocasiones que esto va a ocurrir y la única alternativa es una cesárea. Pero son una porción mínima y no hay razón una cantidad considerable de madres den a luz por cesárea por arrestos en fase activa de parto. Esto no es una crítica a mis compañeros, es una observación basada en mi experiencia personal.

 

Recientemente pude asistir a un parto en el hogar. Pude comparar dos métodos de parto totalmente diferentes. El ambiente en primer lugar es menos tenso. No hay prisa por llenar papeles, no hay cambios de turnos, no hay que salir a ver pacientes en la oficina, no hay que apurar a la madre a pujar y no hay porque llevarse al bebé al nursery si puede estar con la madre todo el tiempo. Fue una experiencia glorificante y gratificante a pesar de que tuve que salir al momento del alumbramiento. Espero algún día poder llevar ese tipo de parto al hospital y que las madres tengan lo mejor de dos mundos. Un parto en el hospital con un ambiente familiar. Pero eso es otro tema y llevará mucho tiempo. 

En fin, para contestar la pregunta obligada de cuánto va a durar su parto le tengo que contestar basado en mis datos que va a durar lo necesario para que usted y su bebé no se compliquen y pueda parir vaginal. Esto no quiere decir que su parto va a ser a mi manera. Nada más lejos de la verdad. Recientemente una madre me pidió que por favor le rompiera fuente y le pusiera la oxitocina porque no iba a estar allí horas pariendo y su decisión se respetó. Usted es dueña de su parto, simplemente infórmese y prepárese para la mejor y más gratificante aventura de su vida.

 

Att. Dr. Roberto Burgos

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