28 Jan ¡AUXILIO, mi bebé no quiere la botella!
Es absolutamente normal que el bebé no reconozca un plástico extraño como su método de alimentación, especialmente si todo lo que siempre ha conocido es la teta de mamá. No, no cometiste un error, no lo mal acostumbraste, simplemente eres madre de un bebé humano que conoce muy bien sus necesidades y que reconoce que su fuente principal de alimentación está hecha de piel. ¡Oye, no los podemos culpar por ser tan listos desde temprana edad! Así que en otras palabras, estás haciendo excelente trabajo. ¿Pero cómo voy a dejar a mi bebé cuidando si no toma botella? Pues muy fácil, existen otros métodos, igualmente efectivos para ofrecer la leche extraída como lo son los goteros, jeringuillas, vasos “de medicina”, etc. Incluso se consiguen vasos de silicona que son hechos con este propósito. La meta es que el bebé logre llevar la leche a su estómago y para eso NO hace falta una botella.
Esto puede sonar chocante para muchas personas, especialmente para otras generaciones donde la lactancia no era la norma y la botella siempre lo fue. Muchas madres cuando se les habla de esta posibilidad se emocionan, pero inmediatamente te contestan: “es que quien me lo cuida no se va a poner con eso”. Debes saber que muchas otras mamás antes que tú lo han intentado con éxito. Incluso, en muchos hospitales, a bebés que aún no saben mamar por diversas razones o que no pueden ser amamantados por la razón que sea y se busca preservar la lactancia, se les alimenta con este tipo de métodos sin ningún problema. Un beneficio inesperado es que los vasos son más higiénicos que las mamaderas. Lamentablemente a muchas madres se les presiona para que de forma obligada introduzcan el biberón y la mayoría de los consejos que se encuentran en línea son para que conozcas maneras de hacerlo. Acá por el contrario queremos que te relajes si ya lo intentaste y no funcionó, queremos que sepas que hay otras formas de hacerlo y que mejor aún, esta información sirva para educar a alguna abuela que quiera dar la milla extra por sus amados nietos y su hija que la lleva “ajorá” con ideas “modernas”.
¿Entonces cómo le hacemos sin botella? El método del vaso, aunque no lo parezca, suele resultar bastante sencillo de implementar. Los pasos a continuación podrían ser aplicables con jeringuillas y goteros sólo que con estos últimos la leche sí va directo a la boca del bebé en pequeñas cantidades. El primer paso es agarrar al bebé de manera semisentada proporcionando soporte a su cabeza. El vaso debe contener una pequeña cantidad de leche ya descongelada y a la temperatura adecuada. La cantidad es importante para evitar desperdiciar leche. El poner a tu bebé arropado con una manta tipo “swaddle” o como un “burrito” puede ayudarte a controlar los movimientos de sus manos. Esto siempre y cuando el bebé lo permita y suele funcionar mejor con bebés más pequeños. El vaso se deja descansar en el labio inferior del bebé y se va inclinando hasta que la leche alcance el borde y por ende el labio inferior. El bebé comenzará a hacer movimientos parecidos a los que hace cuando está mamando. Es recomendado hacer pausas y siempre seguir el ritmo del bebé. La leche NO se debe dejar caer directo en la boca del bebé para forzarlo a tragar. Esto puede representar riesgo de aspiración, se desperdicia la leche y estaríamos creando una mala experiencia del proceso. Una vez el bebé haya terminado con la cantidad de leche contenida en el vaso, se puede añadir el resto de la misma forma si el bebé aún acepta la cantidad de leche que le toca. Una vez el bebé está satisfecho, notarás que simplemente cerrará los labios y no mostrará más interés. Por último, aplican las mismas reglas que aplican con la botella; si bebé no muestra interés al momento, probablemente no tiene hambre, no se le debe obligar a comer y si llora mientras mamá no está, la leche no siempre es la causa.
Escrito por: Jay Alméstica (BD, PPD, CBE)
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