11 Oct ¡No duermas con tu bebé!

¡No! No te asustes, pero no duermas con tu bebé sin antes leer esto. La cama familiar, cama compartida o colecho es una práctica que existe desde que el mundo es mundo y que todos los mamíferos implementan con sus crías. Más aun, muchas culturas hoy día no conocen otra forma de convivir con sus recién nacidos. La cama familiar es una práctica muy natural y que tiene muchos beneficios, también es una práctica muy demonizada en esta parte del mundo. La gente dice que dormir con tu bebé puede poner en riesgo su vida porque “lo puedes aplastar”, que vas a tener problemas porque se va a engreír y después llegará a adulto sin querer salirse de tu cama, entre otras cosas. Por eso, qué tal si vemos algunos beneficios del colecho y cómo puedes llevarlo a cabo de forma segura.

Empecemos por decir que dormir con tu bebé puede ayudarte a que descanses mejor. Una madre descansada es una mamá que estará más alerta, menos estresada y más feliz. Los bebés por su parte NECESITAN contacto directo con sus madres, por esta razón, y como buenos mamíferos que son, detestan dormir solos. Un bebé que duerme con su mamá también duerme mejor y llora menos. También el colecho ayuda a promover una lactancia exitosa, le permite a la madre descanso mientras alimenta a su bebé y fomenta el vínculo afectivo entre ambos. ¿Pero entonces cómo es eso de que se pueden morir los bebés porque duermen con sus mamás? Lo cierto es que la mayoría de los bebés que mueren durmiendo, no mueren mientras duermen con su mamá y la mayoría de estas muertes suceden si se ignoran ciertas guías y si existen factores que se consideran un peligro para el colecho seguro.

Quizás la gente a tu alrededor bienintencionadamente te asusta con el hecho de dormir con tu bebé en la cama, pero no te dicen que dormir con tu bebé en un mueble o que despertar para lactar con sueño, en un sillón, de madrugada puede ser fatal para tu bebé si llegases a quedarte dormida por el cansancio (lo cual es completamente normal esas primeras semanas) mientras lactas. La decisión de compartir la cama con tu bebé debe venir del conocimiento y no del miedo como todas las decisiones que como madres nos toca tomar. Aquí un poco de información sobre las guías del colecho que pueden ayudarte con tu decisión.

Consejos para un colecho seguro:

Amamanta- Aunque un bebé siempre se beneficia del contacto cercano con su mamá, el colecho durante horas de la noche es más seguro para bebés lactados. ¿La razón? Instintivamente la lactancia ofrece ciertas protecciones que no existen cuando no se amamanta. Por ejemplo, un bebé lactado se mantiene instintivamente cerca del pecho materno y la madre que amamanta tiende a adoptar una posición consiente de la posición de su bebé. Por esta razón es que las mamás que lactan y colechan no aplastan a sus bebés mientras duermen. Otro punto importante es que la alimentación con fórmula también aumenta el riesgo de Síndrome de Muerte Súbita Infantil (SIDS) y los bebés lactados tienden a estar más alerta durante los periodos de sueño en comparación con bebés alimentados artificialmente.

Prepara un lugar seguro para el colecho- Primero que todo, olvida el sofá o la silla reclinable. Estas NO son opciones seguras para colechar. Puedes pensar que lactar sentada es más seguro, pero si te vence el sueño, una caída desde una silla mecedora puede ser fatal para tu bebé. Increíblemente el lugar más seguro para esto sería la cama. Para preparar la cama, el colchón donde duermes no puede ser exageradamente suave, un colchón más firme es más seguro para colechar. Tampoco debe haber ningún tipo de sábanas sobre la cabeza del bebé ni espacios donde el bebé pueda quedar atrapado (por ejemplo si hubiera espacio entre la cama y la pared). Muchas mamás crean su espacio de colecho poniendo la cuna del bebé en una esquina del cuarto al nivel de la cama, retiran la baranda del frente y ponen sus camas asegurando la cuna contra la pared. De esta forma cuando el bebé despierta sólo hay que traerlo hacia la cama y cuando termina se mueve de vuelta a su espacio. Esto ayuda a la mamá ganar confianza en el colecho. Otro tip es que, si en la cama están mamá, papá y bebé, mamá puede estar más tranquila si en vez de posicionar al bebe en medio de ambos, se pone ella en medio de bebé y papá. Recuerda que, si la cama está pegada a la pared, no deben haber huecos entremedio, cortinas o cables de ningún tipo.

La cama es zona libre de sustancias- No se considera seguro que el bebé duerma con padres que fumen, estén mórbidamente obesos, utilicen drogas o suplementos naturales que alteren el estado mental o medicinas para dormir y mucho menos alcohol. Si este es el caso, tener a tu bebé en un lugar seguro en el cuarto que sea independiente a la cama de los padres es una opción más segura.

Mantén a tu bebé razonablemente abrigado- esto significa que no debes ponerle demasiada ropa a tu bebé ya que esto puede ser peligroso. Si hace calor, ropa ligera, si hace frío, vístelo con ropa adecuada pero siempre evita los excesos y recuerda que nunca debes poner ninguna frisa suelta encima de tu bebé y mucho menos cerca de su cara.

Digamos que “no hay cama pa’ tanta gente”- ¿Qué quiere decir esto? Que si hay otros niños en la casa o mascotas, mientras colechas con un recién nacido, mantener a estos otros miembros de la familia en un lugar independiente a la cama dentro del cuarto es la mejor opción.

En conclusión, es un mito que dormir con tu bebé es en sí es peligroso. Como todo en la vida, los riesgos existen, pero también como ocurre en cualquier situación, los riesgos pueden ser minimizados y las decisiones informadas son la clave del éxito. La muerte súbita infantil tiene varias causas, no sólo el colecho, lo que significa que igual puede sucederle a un bebé que duerme sobre su espalda, solo en su cuna, como a aquel que colecha con su mamá de la forma más segura. Si luego de leer esta información piensas que la compartida no es para ti, ten en cuenta que la Organización Mundial de la Salud recomienda que tu bebé permanezca en el mismo espacio donde duerme su mamá por un mínimo de seis meses después del nacimiento.

Escrito por: Jay Almestica BD., PPD., CBE., PC.

Fuente: UNICEF UK